7.1 Escena de la familia de los ricos en casa de Roberto (problema hijos, padres favorecen a Luis)
En una cena familiar en casa de Roberto y Luciana, la atmósfera es animada mientras disfrutan de una deliciosa comida casera. Los cuatro miembros de la familia están sentados alrededor de la mesa.
Roberto: (levantando su copa) Bueno familia ¡Salud! Estoy muy orgulloso de ambos, pero hoy quiero destacar el logro de nuestro hijo Luis. ¡Ha estado arrasando en el campo de fútbol últimamente! ¡Felicidades, hijo!
Luis: (sonriendo ampliamente) ¡Gracias, papá! He destrozado a todos en la escuela, jaja
Luciana: (asintiendo con una sonrisa) Sí, Luis, tus habilidades deportivas son realmente impresionantes. ¡Estamos muy orgullosos de ti!
Gabriel: (intenta ocultar su decepción mientras mira hacia abajo) Gracias, papá. Gracias, mamá.
Roberto: (sin darse cuenta del tono de Gabriel) Gabriel, también estás haciendo un gran trabajo en la escuela
Gabriel: (levantando la mirada con esperanza) Sí, he estado trabajando mucho en mis estudios. He obtenido buenas calificaciones en ciencias e historia.
Luciana: (sonriendo forzadamente) ¡Eso es genial, Gabriel! ¡Realmente deberíamos celebrar tus logros académicos también!
Roberto: (asintiendo distraídamente) Sí, sí, por supuesto. (volviendo su atención a Luis) Pero ¿qué tal si organizamos una noche especial para Luis? Una fiesta con tus amigos, o un viaje, ¿te gustaría?
Luis: (entusiasmado) ¡Sí, por favor! ¡Eso sería increíble!
Gabriel: (su sonrisa se desvanece mientras se siente invisible) Oh, umm, está bien. No importa.
Luciana: (tratando de corregir la situación) No te preocupes, Gabriel. ¡También deberíamos hacer algo especial para ti!
Roberto: (sin darse cuenta del impacto de sus palabras) Por supuesto, por supuesto. Pero ahora es momento de celebrar a Luis.
La cena continúa con un ambiente algo tenso, mientras Gabriel intenta ocultar su decepción y los elogios siguen centrados en Luis. A pesar de los esfuerzos de los padres por reconocer los logros de ambos hijos, la preferencia hacia Luis es evidente en la forma en que se destacan sus logros deportivos sobre los académicos de Gabriel.
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7.2 El sacerdote Emilio Lisson va a visitar a la familia adinerada Flores y le pide una donación a Roberto, la madre le dice a su esposo que no le entregue dinero, sino que le regale los destapadores que ellos no le dan ningún uso
El padre Emilio llega a la casa de Roberto Flores con la finalidad de pedirle una colaboración económica para ayudar a Víctor
Padre Emilio: (Respetuosamente) Buenas tardes, Don Roberto, Luciana. Gracias por recibirme.
Roberto: Buenas tardes, padre Emilio. ¿En qué podemos ayudarte hoy?
Padre Emilio: Verán, he venido a hablarles sobre una causa muy importante para nuestra comunidad, estamos tratando de recolectar algo de dinero porque han surgido algunos problemas muy delicados con algunos miembros y pensé que tal vez ustedes nos pueden dar una mano.
Luciana: (Interviene) Oh, sí padre, Es una noble causa, sin duda.
Padre Emilio: Sí, exactamente. Necesitamos la colaboración de personas generosas como ustedes para lograr nuestro objetivo y evitar algunas desgracias de familias no muy favorecidas, ¿verdad?
Roberto: (Con tono conciliador) Si, si, Por supuesto, padre Emilio, estamos más que dispuestos a ayudar. ¿Cuál es la cantidad que están buscando?
Luciana: (Interviene nuevamente) Espera un momento, Roberto. Padre Emilio, ¿qué tipo de ayuda están buscando exactamente?
Sacerdote Emilio: Principalmente estamos buscando donaciones en efectivo, cualquier cantidad sería de gran ayuda para nosotros.
Luciana: (Sonríe) Si, claro, Entiendo. Pero… también puede ser algunos bienes materiales que más adelante se puedan transformar en dinero, ¿verdad?
Padre Emilio: si, si claro Luciana
Roberto: (medio confundido y mirando a su esposa) mmm, si, padre, vamos a ver como lo podemos ayudar y se lo comunicamos, no tenga dudas padre, ustedes saben que siempre haremos nuestros mejores esfuerzos para colaborar con la iglesia.
Padre Emilio: muchas gracias don Roberto y también a ti Luciana, muchísimas gracias
El padre Emilio se retira y los esposos se quedan conversando
Luciana: Roberto, ¿recuerdas esas cajas de destapadores que tenemos guardadas en el almacén desde hace tiempo?
Roberto: (Confundido) Sí, ¿qué pasa con ellas?
Luciana: En lugar de dinero, les podemos entregar esas cajas de destapadores que más es lo que estorban en esta casa y quizás ellos puedan venderlos y recaudar algo de dinero para su causa.
Roberto: (Asiente) Sí, por supuesto. Si eso es lo que deseas hacer, entonces adelante. Podemos hacer la entrega de las cajas mañana mismo
Luciana: si, es lo mejor Roberto, nos deshacemos de algo que nos incomoda y no tocamos nuestras cuentas bancarias, verdad, jajaja
Roberto: es verdad, no sé que haría sin ti Lucianita
(La escena termina con un intercambio de miradas de complicidad entre los esposos)
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7.3 Escenas en el mercado, la madre de Alcides comprando con muy poco dinero, juntando los centavos aunque sea para comprarle la camisa del colegio a su hijo, luego llega a su casa y cuenta lo poco que va ahorrando
Padre: Lorenzo Madre: Agustina
Escenas de Agustina en el mercado dando vueltas tratando de comprar lo más barato y luego entrando a su casa de regreso
Agustina: (entrando por la puerta cargada de bolsas de compras) ¡Hola cariño! ¿Cómo has estado hoy?
Lorenzo: (levantando la mirada de su libro) Hola, Agustina. Bien, ya sabes, aquí, intentando ocupar el tiempo.
Agustina: (notando su tono y mirando alrededor) ¿Sucede algo, Lorenzo? ¿Todo está bien?
Lorenzo: Sí, sí, todo está bien. Solo... bueno, solo pensaba en algunas cosas.
Agustina: (dejando las bolsas en la mesa) ¿Cosas? ¿Qué tipo de cosas?
Lorenzo: (suspirando) Bueno, las fiestas se están acercando rápidamente, ¿no es así?
Agustina: (asintiendo) Sí, lo sé. Y estaba pensando en eso mientras hacía las compras. Traté de buscar las mejores ofertas y ahorrar tanto como pude.
Lorenzo: Te lo agradezco mucho, Agustina. Lo sé, no ha sido fácil para ti. Y conmigo sin trabajo en este momento...
Agustina: (poniendo una mano en su hombro) Lorenzo, no te preocupes por eso. Estamos juntos en esto, ¿de acuerdo? No es tu culpa, y lo superaremos juntos.
Lorenzo: Lo sé, pero... las fiestas, Agustina. No quiero que te sientas presionada a hacer algo extravagante este año. Será difícil. Sobre todo, para Alcides, no habrá regalos, no habrá viajes ni visitas
Agustina: (sonriendo suavemente) ¿Sabes qué? No necesitamos nada extravagante. Podemos enfocarnos en lo que realmente importa: estar juntos y darle todo el tiempo que podamos a nuestro hijo, con eso suficiente
Lorenzo: (sintiéndose aliviado) Tienes razón, como siempre. A veces me olvido de eso, entre la preocupación y el estrés.
Agustina: Somos un equipo, Lorenzo. Y los equipos se mantienen fuertes incluso en los momentos difíciles. Además, ¿quién sabe qué sorpresas nos depara el futuro? Tal vez algo bueno esté a la vuelta de la esquina.
Lorenzo: (sonriendo) Espero que tengas razón. Gracias, Agustina. Por tu apoyo, por tu comprensión... por todo.
Agustina: (abrazándolo) Siempre, Lorenzo. Siempre estaremos juntos en esto. Ahora, me voy a cocinar algo, en un rato viene Alcides con las tripas que le suenan del hambre, jajaja
Lorenzo: (asintiendo) Eso suena perfecto. ¡Tú eres la mejor cocinera del mundo mi amor!
Lorenzo sale de la cocina y Agustina se pone el mandil para empezar a cocinar
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7.4 Ultimo día de clases, el profesor agradece y hace hablar a Víctor, Luis no recibe ningún diploma por su bajo rendimiento y le tiene mucho recelo a Víctor
[El profesor Jaramillo se pone de pie frente a su salón lleno de estudiantes y padres orgullosos, con un gesto sereno pero lleno de emoción.]
Profesor Jaramillo: Buenas tardes a todos. Hoy nos encontramos aquí reunidos para celebrar el final de un capítulo significativo en sus vidas: el final de éste año escolar. Me dirijo a ustedes con un corazón lleno de gratitud y orgullo, pero también con un toque de nostalgia, al contemplar cómo han crecido y madurado a lo largo del año.
En nombre de todos los maestros y el personal de esta escuela, quiero desearles un futuro lleno de éxitos, de felicidad y de realización personal. Que cada paso que den los acerque un poco más a alcanzar sus metas y a convertir sus sueños en realidad.
Les agradezco por permitirme ser parte de su viaje, por inspirarme con su pasión y por recordarme constantemente por qué elegí ser maestro. Estoy increíblemente orgulloso de cada uno de ustedes y tengo la certeza de que están destinados a lograr grandes cosas.
Ahora quisiera reconocer a algunos de nuestros estudiantes más destacados. Primero, quiero llamar al frente a un joven que ha demostrado un compromiso excepcional con su educación, un ejemplo de dedicación y excelencia académica. ¡Víctor, por favor, acércate!
[Víctor se levanta entre los aplausos y se dirige al frente, con una sonrisa radiante en su rostro.]
Profesor Jaramillo: Víctor, en reconocimiento a tu arduo trabajo, tu perseverancia y tus sobresalientes logros académicos, me complace entregarte este diploma de honor como el alumno más destacado de nuestra clase este año. Que este reconocimiento sea un símbolo de tu talento y tu promesa de un futuro brillante. ¡Felicidades!
[Entrega el diploma a Víctor, quien lo recibe con gratitud y emoción, mientras el salón estalla en aplausos.]
Profesor Jaramillo: Pero la excelencia no se limita solo a un estudiante. Tenemos el privilegio de contar con jóvenes brillantes en diversas áreas del conocimiento. Por eso, también quiero reconocer a dos estudiantes que han demostrado un dominio excepcional en ciencias y literatura. ¡Hugo y María, por favor, acompáñenme!
[Hugo y María se levantan y se acercan al frente, recibiendo sus diplomas con orgullo y sonrisas radiantes.]
Profesor Jaramillo: Luis, María, su pasión por el aprendizaje y su dedicación han sido verdaderamente inspiradoras. Estos diplomas son un testimonio de su talento y su compromiso con la excelencia académica. ¡Felicidades por sus logros!
[Y luego, el profesor Jaramillo se dirige a otro estudiante destacado, Marco Antonio, quien ha destacado por su excelente comportamiento y asistencia.]
Profesor Jaramillo: Y, por último, pero ciertamente no menos importante, quiero reconocer a un estudiante que ha demostrado una conducta ejemplar y un compromiso excepcional con su educación. ¡Marco Antonio, por favor, únete a nosotros!
[Marco Antonio se une al frente, mostrando una sonrisa humilde pero llena de orgullo.]
Profesor Jaramillo: Marco Antonio, tu dedicación, tu respeto hacia tus compañeros y tu constante compromiso con tu educación te hacen verdaderamente destacar. Este diploma es un testimonio de tu excelente comportamiento y tu asistencia sobresaliente. ¡Felicidades por este logro!
[Los estudiantes aplauden y se felicitan entre ellos, mientras el profesor Jaramillo continúa expresando su admiración y gratitud hacia todos los estudiantes por su trabajo arduo y su determinación durante el año escolar pero que resalte la figura de Luis con un rosto lleno de ira y rencor por no haber sido premiado.]
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7.5 Navidad en la casa de Alcides, escenas muy tristes porque no hay regalos ni nada
Escena: Sala de estar de la casa de Lorenzo y Agustina
La sala está decorada con unas pocas luces navideñas, Alcides está sentado leyendo un libro en el sillón, pero el ambiente es sombrío. Lorenzo está sentado en una banca viendo a su esposa Agustina quién está preparando lo que queda de la cena, con gestos cansados pero determinados.
Lorenzo: (susurrando para sí mismo) ¿Cómo llegamos a esto, Agustina?
Agustina: (desde la cocina, con voz cansada) No sé, Lorenzo. Parece que todo se desmorona a nuestro alrededor.
Lorenzo: (levantando la mirada, con pesar) No deberíamos estar pasando por esto en Navidad, Agustina. Nuestro hijo merece algo mejor.
Agustina: Lo sé, cariño. Pero es lo que nos tocó. Debemos seguir adelante, por Alcides.
Lorenzo: (suspira profundamente) ¿Qué futuro le estamos dando, Agustina? Ni siquiera puedo conseguir un trabajo para mantenerlo.
Alcides: (escucha los murmullos y habla) que hablan que no los escucho bien
Agustina: (se acerca a Alcides y lo abraza con ternura) Nada hijito, solo cosas de adultos
Lorenzo: (se levanta del sillón y se une al abrazo familiar) Lo siento, Alcides. No puedo darte los regalos que mereces esta Navidad. Me he quedado sin trabajo, pero estoy seguro de que voy a conseguir otro antes de que empiece el nuevo año escolar y podamos comprar tus útiles y uniforme nuevo
Alcides: (con sinceridad) No necesito regalos, papá. Tenerlos a ustedes es suficiente para mí.
Agustina: (con lágrimas en los ojos) Oh, Alcides...
La familia se abraza con fuerza, encontrando consuelo en su amor mutuo. Aunque la situación es difícil, encuentran fuerzas en su unión familiar.
Lorenzo: (decidido) Prometo que encontraré un trabajo, Agustina. Haré lo que sea necesario para que nuestro hijo tenga un futuro mejor.
Agustina: (asiente con determinación) Estaremos juntos en esto, Lorenzo. Siempre.
La escena se desvanece mientras la familia permanece abrazada, encontrando esperanza en medio de la adversidad.
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7.6 Al día siguiente por la mañana llega Roberto con su hijo Luis en un carro con chofer, con 1 guardaespaldas y con 5 cajas de destapadores a la iglesia y se los entrega al padre Emilio, Luis se entera de que Víctor es el que ha pedido la ayuda
Roberto llega en un automóvil con su hijo Luis al salón parroquial en busca del padre Emilio
Roberto: (con una sonrisa amplia) ¡Padre Emilio! ¡Qué gusto verlo!
Padre Emilio: (se levanta con una sonrisa cálida) don Roberto, bienvenido. ¿Qué lo trae por aquí hoy?
Roberto: Vengo a traerte la colaboración que te prometí el otro día.
(su ayudante viene trayendo las cajas con los destapadores y se los pone a los pies del padre Emilio)
Roberto: son destapadores, hay en total 1,000 y pienso que ustedes los pueden vender para juntar el dinero que necesitan
Padre Emilio: (sorprendido) gracias don Roberto, yo estoy seguro de que si los podremos aprovechar para juntar el dinero que necesitamos y como has crecido Luis, cada día más grande, y ¿cómo te fue este año en la escuela?
Luis: bien padre, fui el mejor jugador de futbol de toda la escuela, creo que me merecía un diploma, ¿verdad papá?
Roberto: si hijo, por supuesto, que raro que no han visto talento, pero, bueno, así pasa algunas veces
Padre Emilio: no te preocupes Luis, ya llegará tu oportunidad de demostrarles lo bueno que eres y estoy seguro que el próximo año si te premiarán
Roberto: Padre, yo sé que ésta no ha sido una colaboración muy usual, pero hay que aprovechar lo que se tiene verdad?
Padre Emilio: claro que si don Roberto, nos van servir de mucho, la verdad es que hay un niño muy, pero muy especial que es el artífice de salvar de un desalojo a uno de nuestros feligreses y estoy más que seguro que ellos transformarán estos destapadores en dinero en un dos por tres.
¿Luis se queda pensando y pregunta?
Luis: ¿y como se llama padre?
Padre Emilio: Víctor, hijo, se llama Víctor
Luis: ¿Víctor Raúl Haya de la Torre?
Padre Emilio: si, ¿lo conoces?
Luis: si, estudiamos juntos
La escena termina con un ambiente de tensión al enterarse ellos de que la donación era para Victor, por cuanto Luis le tenía muchísima envidia y recelos
